Pastel o Torta de Bodas, Formas y Sabores
El pastel o torta de boda representa una atracción para los novios y todos los invitados al Matrimonio. Te damos excelente ideas en decoraciones clásicas y totalmente innovadoras y modernas para que elabores ese precioso pastel.
Esta tradición nace en la antigua Roma. Los romanos rompían un pan por encima de la cabeza de la novia como símbolo de fertilidad. Los invitados a la ceremonia recogían las migas y se las comían. Esta costumbre fue conservándose hasta principios del siglo XVII. En Inglaterra se ideó que se hicieran muchas pequeñas tartas que luego se apilaban. No era un pastel dulce como los que se acostumbran actualmente sino que era una tarta plana, hecha de harina, sal y agua. En Inglaterra los primeros pasteles también eran planos y redondos, pero incorporaban frutas y nueces, que simbolizaban la fertilidad. La pareja debía besarse sobre la pila de tartas. Hacia mediados del siglo XVII, se cambió la idea de las múltiples pasteles por la de un pastel gigante.
La presentación del pastel de Boda es fundamental. Se recomienda hacerlo en una fuente o plato elevado a través de un soporte o base resistente. Esto le dará porte y presencia, destacando su hermosa decoración. Las tendencias de los pasteles o tortas de boda han ido cambiando con el tiempo. Ya no solo encontramos pasteles totalmente blancos y de una pieza en varias capas. Hoy los pasteles son innovadores, elaborados en colores llamativos y diseños más de vanguardia.
Los pasteles o tortas de bodas pueden agruparse en varios grupos. Generalmente los novios suelen identificarse con alguno de estos. Los grupos son: estilo glamoroso, romántico, clásico, moderno, bohemio o veraniego casual.
El Estilo Glamoroso busca una decoración perlada con detalles y matices en blanco, champaña, ivory y grageas de oro o plata. Rebordes de azúcar con forma de collares o broches para transmitir glamour. El Estilo Romántico ornamenta el pastel con detalles florales y volantes, o decoración fantasía en dorado, inspirado en cuentos de hadas. Quizás rosas y rociarla de pétalos, dándole un toque de ensueño.
En el Estilo Clásico la decoración suele ser blanca cremosa con perlas. Se deben hilar arcos de azúcar, adornos tipo cesta con perlas.
Algo más al Estilo Moderno incluye toques arquitectónicos, detalles monocromáticos o elegantes franjas de colores. Brillos audaces como rosa o naranja, también pueden llevar flores sencillas.
En el Estilo Bohemio la decoración puede ser étnica de inspiración orgánica y embellecida con frutas, mariposas o luciérnagas. Puede tener impresiones de color según el lugar de inspiración. Una mezcla de colores terrosos con detalles naranja y rosa pueden darle un toque ecléctico.
Finalmente un Estilo Veraniego y Casual involucra colores como verde, azul y beige, que reflejan el mar, cielo, sol y arena. Detalles de conchas marinas y estrellas de mar también pueden acompañar este tipo de decoración. Suelen usarse en bodas temáticas y playeras.